facebook pixel

Mamá feliz, saludable y con todo el ánimo

Mamá feliz, saludable y con todo el ánimo

La alimentación, el ejercicio y bajarle al estrés, son algunas acciones que te pueden ayudar a controlar tu presión arterial elevada. Aquí, una lista de alimentos que debes y no debes comer, si eres hipertenso.

1. Escucha a tu cuerpo No podrás tener una relación sana con la comida y con tu alimentación si no aprendes a identificar cuáles son los motivos por los que te excedes. ¿Realmente es hambre? Puedes estar experimentando ansiedad o aburrimiento. Aprende a identificar lo que sientes y lograrás consumir las porciones que tu cuerpo necesita.

2. Comprométete contigo misma Lleva una alimentación saludable, no porque estés invirtiendo en nutrióloga, porque hiciste una apuesta o porque vienen tus vacaciones en la playa; hazlo porque deseas consentirte con alimentos que son positivos para tu organismo.

3. No pienses en kilos, piensa en salud ¿De qué te sirve tener un cuerpo perfecto si no tienes salud? ¡De nada! Para alejarte de las dietas deja de pensar en metas de kilos y tallas y comienza a hacer conciencia de los males y las enfermedades que evitas al comer de manera saludable.

4. Aliméntate bien porque amas a tu cuerpo ¡Basta de hacer dietas porque detestas tu reflejo! La motivación es errónea y los resultados no serán los que esperas. Alimentarte bien puede ser un gran acto de amor por ti misma. Busca un motivador positivo y ¡trátate bien!

5. No comas ni mucho ni poco Para regular las cantidades de comida que consumes trata de alimentarte con lo necesario. Si aprendes a escuchar a tu cuerpo te darás cuenta en qué momento cubres las necesidades de tu organismo y cuándo estás comiendo sin hambre. Tampoco es saludable que te sientas hambrienta todo el tiempo.

6. Siempre que puedas come en casa Comer alimentos preparados en tu hogar y si es posible por ti misma, te ayudará a mantener un vínculo positivo con tu alimentación. El ritual de cocinar también ayuda a disfrutar de la comida, además de que te permite controlar la calidad de los ingredientes y la cantidad de grasa y sal que usas.

7. Detente cuando estés satisfecha Muchas veces tu mente te hace la mala jugada de seguir consumiendo alimentos muy calóricos aunque ¡ni siquiera tengas hambre! Normalmente así es que terminamos dándonos un atracón. Si te tomas tu tiempo para comer y para escuchar las señales de tu organismo, lograrás detenerte en el momento preciso.

8. No etiquetes a los alimentos Uno de los daños mayores del pensamiento acuñado por las dietas es concebir a los alimentos como “malos” o “buenos”. Si etiquetas a los alimentos continuarás restringiéndote y eso eventualmente te llevará a un atracón.

9. Come cuando tengas antojo Basta de negarte la oportunidad de comer lo que deseas. Si sientes el antojo de probar algo a lo que le pusiste la etiqueta de malo, ¡hazlo y libérate! Una probada reducirá tu ansiedad y darte esos permisos te ayudará a evitar un atracón.

10. Sé agradecida con tu cuerpo ¡No te odies más! Tu cuerpo es una maquinaria perfecta que hace cosas increíbles por ti diariamente. El acto de alimentarlo de manera adecuada es una manera de agradecerle todo lo que es capaz de hacer.

¿Te gustó este artículo?