Verde, blanca o roja
• Negro, verde, rojo o blanco, esta bebida milenaria ayuda a mejorar el tránsito de la sangre en el organismo y evita la aparición de problemas cardiovasculares. Además, reduce el colesterol malo en la sangre y ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares.
• El consumo regular de té tibio puede ayudar a reducir la acumulación de grasa en el hígado, además de ser un buen agente termogénico. Por otro lado, beber té regularmente aumenta el gasto energético.
• El té contiene teína, sustancia que, al igual que el café, mejora la concentración, la actividad mental y ayuda a mantenernos alertas.
• El té verde en particular, inhibe el crecimiento de células cancerosas y las elimina sin dañar los tejidos sanos.
• El té negro en este caso nos ayuda a combatir la halitosis, es preferible beberlo sin azúcar para que los resultados sean mejores.
• Beber té verde regularmente estimula el metabolismo y aumenta el gasto calórico del cuerpo.
• Además de mantener hidratado al organismo, el té, sobre todo el verde, proporciona antioxidantes debido a su alto contenido de polifenoles. Estos compuestos activos actúan como antioxidantes que combaten los radicales libres y protegen las células.
• Según un estudio realizado en Taiwan, el té verde tiene la capacidad de aumentar la densidad ósea gracias a su alto contenido en fluoruro y flavonoides.
• El té ayuda a reducir el nivel de azúcar en la sangre al estimular las células del páncreas y producir insulina en cantidades adecuadas.