¿Por qué a mayor edad, mayor hipertensión?
Primero que nada tienes que saber que existen dos tipos de presión arterial: la sistólica y la diastólica, que se miden en milímetros de mercurio (mm Hg).
De acuerdo con los especialistas del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos, “la presión sistólica es la presión de la sangre cuando el corazón late al bombearla, mientras que la diastólica se refiere a la presión de la sangre cuando el corazón descansa entre un latido y el siguiente”.
Se considera que una tensión arterial normal en adultos es de 120 mm Hg en cuanto a la tensión sistólica, es decir, cuando el corazón late y de 80 mm Hg respecto a la tensión diastólica, o sea, cuando el corazón se relaja.
La tensión arterial se considera alta o elevada cuando la tensión sistólica es igual o superior a 140 mm Hg o la tensión diastólica es igual o superior a 90 mm, confirma la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Conforme pasan los años, la hipertensión arterial aumenta de manera significativa. De acuerdo aportados por el Club del Hipertenso, en los pacientes mayores de 65 años la prevalencia de la hipertensión se ubica entre el 60% y 70%. De hecho, esta organización afirma que la hipertensión sistólica aislada es más frecuente debido a la rigidez de las arterias por la edad.
Si tienes algún familiar o conocido de 60 años o mayor, y notas que le duele la cabeza, tiene dificultad para respirar, vértigos, dolor torácico, palpitaciones del corazón y hemorragias nasales, estate al pendiente de él y llévalo a revisión, pues estos pueden ser algunos síntomas de que padece hipertensión.
La importancia de tener controlada la tensión arterial es vital, pues entre más alta es, mayor es el riesgo de daño al corazón, a los vasos sanguíneos y a órganos como el cerebro o los riñones.
Un infarto de miocardio, un ensanchamiento del corazón y, a la larga, una insuficiencia cardiaca, son las consecuencias que provoca la hipertensión si no es controlada. Además, los vasos sanguíneos pueden desarrollar protuberancias (aneurismas) y zonas débiles que los hacen más susceptibles de obstruirse y romperse.
Por consiguiente, la hipertensión también puede ocasionar que la sangre se filtre en el cerebro y provoque un accidente cerebrovascular y también puede derivar en una deficiencia renal, ceguera o deterioro cognitivo”.
Por eso es importante tener especial cuidado en loa adultos mayores de 60 años, ya que la hipertensión arterial aumenta de manera significativa a medida que pasan los años.
Alimentos como ricos en fibra soluble, como frutas y verduras, avena, salvado, guisantes partidos y lentejas, frijoles (tales como habichuelas, frijol negro, frijol blanco común), algunos cereales, arroz integral y lácteos son esenciales para mantener una presión arterial adecuada.
Por último, te compartimos dos recetas saludables que te ayudarán a tener una presión arterial controlada.