¿Tu hijo vive con diabetes? ¡Haz esto!
¿Qué es la diabetes tipo I?
• Es un padecimiento autoinmune en el que las células del páncreas encargadas de producir insulina se destruyen, causando una deficiencia de esta hormona en el cuerpo.
• Aparece en la infancia o adolescencia.
• Este tipo de diabetes no puede ser prevenida.
¿Y la diabetes tipo II?
• El páncreas sí produce insulina, pero el cuerpo no responde bien a ella.
• En la mayoría de los casos ocurre en personas con sobrepeso u obesidad.
• Su aparición se atribuye a una consecuencia genética o al descuido; ya sea por mala alimentación y hábitos sedentarios.
LO QUE PUEDES HACER:
Predica con el ejemplo Esta es la mejor manera de cambiar sus costumbres, ya que será más fácil que tu hijo aprenda a vivir con este padecimiento si no se siente excluido de las rutinas familiares.
Acércalo a los medicamentos De la mano de sus padres, doctores y maestros (en algunos casos), los pequeños con este padecimiento deben ser instruidos para el propio suministro de glucosa, así como para detectar algún incremento o descenso de azúcar. El monitoreo y formación de una red de protección para el niño (en todas sus áreas) es vital para lograr que su vida transcurra de manera óptima.
Explícale que… La diabetes es una enfermedad crónica, pero controllable. Los niños deben saber que este padecimiento puede ser fatal, únicamente para quienes no lo atienden. No obstante, quienes viven con él encuentran una manera de vivir más saludable, que los aleja día a día de las múltiples complicaciones de la enfermedad misma.
Manténganse activos Realicen alguna actividad física: anden en bici, naden, bailen, corran… Recuerden visitar al médico antes de iniciar cualquier rutina de ejercicio.
Llenen sus platos… De vegetales, cereales integrales y carnes magras. Eviten las harinas procesadas y los dulces; toma en cuenta que no solo él debe hacer este sacrificio; la clave para que esté sano es que toda la familia también lo esté.
¡Aprende a inyectar! Si tu hijo vive con diabetes tipo 1, necesitará dosis de insulina periódicamente, y si aprendes a aplicársela no asociará los hospitales y clínicas con el dolor. Piérdele el miedo a las agujas y toma un curso, así él verá que estás comprometida con su tratamiento.
Cuida su piel Pregúntale al doctor cuáles cremas son mejores para hidratarla; aunque en el mercado hay muchas, es importante que no compres cualquiera. Ayúdalo a revisar sus pies, especialmente entre los dedos, y recorta sus uñas con cuidado.
Enséñale a monitorearse Establece una rutina diaria para checar sus niveles de azúcar. Regálale una libreta para que anote su progreso y así será más fácil mostrar este control a su médico y a su nutriólogo Por último, ten presente que lo que dices es muy importante; no hables de enfermedad y sacrificios, sino de esperanza, cambios y nuevas costumbres.