¡Postre sin culpas!
Para incluir este delicioso complemento en tus comidas, solo lleva estos tips a la práctica.
Hacen la dieta más llevadera Prohibir tajantemente los postres solo harán que tu cambio de hábitos sea una tortura: si estás acostumbrado a comer una rebanada de pastel regular, consume una porción mucho más pequeña o comparte tu plato. Verás que te sentirás mejor.
Crea sensación de saciedad Algunas personas refieren que no pueden dejar de comer hasta que consumen algún tipo de dulce, ya sea procedente de frutas o de postres preparados. Si este es tu caso, no elimines de golpe este hábito, pero cambia los chocolates, helados y otros por gelatinas light o fruta.
Son un buen reemplazo de los carbohidratos ¿A tu comida diaria le faltó arroz, tortillas, frijoles? Entonces es momento de darte el gusto de terminar con un poco de helado de yogurt bajo en azúcar, que compense los carbohidratos que no comiste. Recuerda: el azúcar en cualquiera de sus formas también es un hidrato de carbono y no debes abusar de ella.
Te dan energía Sobre todo si eres deportista o planeas dárselo a tus hijos, es una buena idea incluir algún postre en la comida principal. De ahí obtendrán calorías para realizar sus actividades especiales sin sentirse agotados o fatigados. El secreto para tener el balance entre lo que te gusta y el peso ideal es la moderación en lo que consumes: dile no a los segundos platos y a las preparaciones con crema batida, mantequilla adicionada y jarabes.
Algunos son altos en fibra Si comes una fruta, como las manzanas o las peras, al término de tu comida, no sólo estarás proporcionándole a tu cuerpo un ingreso extra de fibra, necesaria para reducir el colesterol.