Agua de vida
Seguramente has escuchado que el agua es el componente esencial de los seres vivos, ya que entre el 60% y 70% de nuestro peso corporal (unos 45 a 50 litros) está constituido por agua.
Las comidas que realizamos, normalmente aportan entre 500 y 900 ml de agua por día, mientras que las bebidas proveen entre 1 000 y 1 500 ml más al día. Esto varía dependiendo de la actividad física que realices y si consumes alimentos que contienen mucho agua.
El sodio, uno de los electrolitos más importantes para el organismo, representa la cantidad más abundante de componentes de los líquidos. Lo anterior contrasta con las restricciones de consumo de sal o cloruro de sodio que tienen quienes viven con hipertensión arterial.
Si sufres de presión alta es importante que sepas que el aporte del sodio si consumes aguas naturales influye muy poco en la cantidad total ingerida de sodio, y sólo si consumiera demasiada agua con alto contenido de sodio podría tener alguna relevancia en tu organismo. Te recomendamos leer las etiquetas tanto de aguas naturales que se originan en manantiales y de las carbonatadas ya que contienen cantidades variables de sodio.
Tomar agua (al menos dos vasos en ayudas, 1 litro durante todo el día y medio litro 1 hora antes de cenar) te mantendrá hidratado y te aportará los minerales necesarios para que tu organismo funcione de manera correcta. Así es: las aguas naturales te aportan sales, especialmente de bicarbonato de sodio, además de sales de calcio y magnesio, entre otras.
Muchas personas reemplazan el consumo habitual de agua por bebidas azucaradas como tés y sodas. Sin embargo, la ingestión de agua pura reduce el riesgo de sobrepeso, especialmente cuando se la consume junto con los alimentos. Además consumir bebidas azucaradas y endulzadas con jarabe de maíz (con alto contenido de fructosa) incrementan la presión arterial y afectan seriamente nuestro metabolismo.
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Otras bebidas que muchas personas consumen para saciar la sed son las bebidas energizantes. Estas, contienen cantidades importantes de cafeína, azúcares y fructosa. Lo cierto es que está comprobado que ingerir elevadas cantidades de cafeína aumenta la presión arterial de manera aguda y riesgo de arritmias.
Por las razones anteriormente mencionadas, te sugerimos que adoptes desde ya el hábito de hidratarte siempre con agua, en cantidades adecuadas, ya que beber más de la cuenta puede causarte hipotensión, es decir, que tu presión arterial disminuya más de lo normal.
Te dejamos con dos recetas que contienen agua en su composición y que serán tus aliadas perfectas a la hora de hidratarte.
