Pay de calabaza: favorito en Thanksgiving
Derivada de la palabra griega pepon, que significa “cocinado por el sol”, las calabazas son nativas del norte de América. Los europeos que llegaron a estas tierras se sorprendieron con su sabor y versatilidad, a tal punto de utilizarla en una gran variedad de preparaciones saladas como dulces.
Vale la pena resaltar que fueron los nativos quienes enseñaron a los inmigrantes a cultivaras y a utilizarla también para fines curativos. Luego, fue llevada a Francia y a Inglaterra; cuando llegó a tierras galas su nombre fue modificado a pompon mientras que al arribar a Inglaterra fue bautizada como pumpion.
¿Pero de qué manera la calabaza se convirtió en un provocativo pay recién horneado? Lo único que se sabe es que seguramente se lo debemos a los primeros colonos que llegaron a Norteamérica; para ellos, una preparación tan británica como el pie a base de harina, azúcar, huevo y mantequilla era parte primordial de su dieta y tradición.
Fue así como en un afán por adaptar un producto tan típico como la calabaza a sus técnicas culinarias, decidieron desocuparla y rellenarla con especias, miel de abeja y leche, dando vida al predecesor del actual pie que todos conocemos, de base y corteza crocante.
De esta manera el pay de calabaza se volvió popular en los Estados Unidos y en Inglaterra; las primeras recetas aparecieron en libros a principios del siglo XVII.
En contraparte, de acuerdo con un documental publicado por The History Channel, el pay de calabaza no estuvo presente durante la primera celebración del Día de Acción de Gracias en 1621.
Lo cierto es que todos disfrutamos de este delicioso platillo, por eso compartimos contigo nuestra receta para que lo prepares en tu Thanksgiving Hispano.