Tips para limpiar tus cacerolas de cocina
Seguramente te ha pasado que al momento de lavar tus cacerolas de cocina de cocinar, piensas que con tan solo agua y jabón quedarán bien limpias.
Lo cierto es que hay que tener mucho cuidado cuando cuando las laves, porque muchas veces se pueden llegar a estropear debido al mal lavado. Por ejemplo, ciertas esponjas que contienen fibras corrosivas pueden llegar a rayar el teflón de tus utensilios.
Es importante considerar el tipo de material con el que esta hecha la cacerola con la que cocinamos. Cada material requiere de cuidados diferentes para que se mantengan en buen estado por mayor tiempo.
Por eso te damos algunos tips que consideramos importantes del libro Le Cordon Bleu. Las técnicas del chef de Ana María Pérez Martínez.
El aluminio es relativamente fácil de limpiar; frótalo con un limpiador suave poco abrasivo. Si el utensilio se ha oscurecido, llénalo con agua y vinagre o zumo de limón y déjalo hervir durante 15 minutos.
El hierro colado debe lavarse cuidadosamente con agua hirviendo y papel de cocina o paño suave (sin jabón); utilice un estropajo de nailon para frotar cualquier resto de comida. Séquelo bien tras cada uso para evitar que se oxide. También es conveniente secar el recipiente con un papel empapado en aceite.
Para reparar los utensilio quemados extienda una capa de detergente biológico en polvo para lavar sobre la superficie quemada del utensilio. Añade dos tazas de agua y déjalas cocer 10 minutos a fuego lento. A continuación, vacía el recipiente y lávalo.
El hierro colado esmaltado no debe frotarse con estropajos abrasivos. Si los alimentos se han pegado, remoja el recipiente con agua caliente y utiliza una esponja de plástico para desprenderlos.
El cobre debe lavarse con agua caliente jabonosa, ayudándose de un paño suave, y secarse enseguida. El cobre se empaña rápidamente, por lo que la superficie externa debe pulirse con regularidad; límpiala frotando con medio limón sumergido en sal. El acero inoxidable resulta fácil de limpiar pues no se raya al frotarlo. Lávalo con agua caliente jabonosa utilizando un estropajo de nailon y pula el exterior con papel de periódico para abrillantarlo.
El vidrio y la porcelana son fáciles de limpiar y pueden ponerse en el lavavajillas. Para retirar la grasa, remójelos en agua caliente jabonosa.
Los acabados antiadherentes deben limpiarse con esponja y jabón.
Ahora que ya sabes cuales son los tips de limpieza de tus utensilios según su material, compartimos contigo dos recetas. Recuerda aplicar los tips que te enseñamos cuando vayas a limpiar los utensilios con que las preparaste.