9 ejercicios para reforzar tu equilibrio
1. Colócate cerca de algo de lo que puedas sostenerte pero hazlo sólo si es necesario. Párate derecha, con las piernas cerradas. Cierra los ojos. Poco a poco eleva tu rodilla derecha, mantenla en ese lugar durante 10 segundos y regresa. Hazlo con la pierna izquierda también.
2. Permanece de pie, con tus piernas ligeramente separadas. Eleva tus brazos hacia el techo (sin levantar los hombros). Párate de puntas lentamente hasta que llegues a la altura máxima. Contrae tus piernas y glúteos.
3. Parada con tus piernas ligeramente separadas, eleva tu pierna derecha a un costado (de ser posible, a 45 grados). Permanece en esta posición durante 10 segundos y regresa. Sigue la misma mecánica con la otra pierna.
4. Separa tus piernas (tus rodillas deben mirar hacia el frente). Eleva tus brazos frente a ti (tus palmas deben mirar hacia abajo). Flexiona tus piernas y baja tu cadera lo más que puedas. En esta posición, eleva y baja tus talones 10 veces. Regresa a la posición inicial.
5. Dibuja una línea recta frente a ti y comienza a caminar sobre ella. Es indispensable que des un paso tras el otro sobre la misma línea (tus pies deben tocarse, uno frente a otro). La manera más sencilla de conservar el equilibrio es endureciendo el centro de tu cuerpo.
6. Da un paso al frente con tu pierna derecha, flexiona tu rodilla y deja estirada tu pierna izquierda. Cuida que tu rodilla derecha permanezca a la altura de tu tobillo. Eleva tus brazos y junta tus palmas de modo que la punta de tus dedos quede hacia el techo. Resiste esta posición durante cinco segundos y cambia de pierna.
7. Siéntate en una pelota grande (como las que se utilizan en Pilates). Tus pies deben quedar totalmente pegados al piso. Levanta tu pierna derecha hasta que quede totalmente recta. También extiende tu brazo izquierdo hacia el frente (igual que tu pierna). Sostén durante 10 segundos y cambia de pierna y brazo. Para lograr mejores resultados contrae el abdomen en todo momento.
8. Colócate de pie, con las piernas cerradas. Eleva tu pierna derecha a 45 grados y poco a poco llévala hacia atrás, a la misma altura. Realiza este vaivén 10 veces y vuelve a la posición inicial. Sigue el mismo procedimiento con la pierna izquierda. Para no tambalear debes contraer el abdomen y apretar tus glúteos.
9. Separa un poco tus piernas. Da un paso al frente con tu pierna derecha y eleva tu pierna izquierda. Sostén un segundo y bájala. Apóyate ahora en tu pierna izquierda y eleva la derecha por un momento. Repite 10 veces el ejercicio. Cuando termines trabaja el lado contrario.
Lo que ganarás al mejorar tu equilibrio
• Reducirás el riesgo de sufrir caídas Las personas que poseen un mayor equillibrio tienen menos probabilidades de experimentar estos accidentes, pues controlan mejor su cuerpo.
• Tonifica los músculos Los ejercicios que se realizan para mejorar el equilibrio ayudan a fortalecer el abdomen, los glúteos y las piernas.
• Mejora tu coordinación Cuando trabajas para desarrollar el equilibrio simultáneamente aumentas tu habilidad para coordinar movimientos contrarios o que se realizan al mismo tiempo.
• Eleva tu estima Sentirte en control de tu cuerpo también te brinda seguridad.