La importancia de compartir la mesa
Últimamente, las familias con hijos adolescentes han perdido el hábito de comer en familia debido a que conforme los niños crecen, las actividades de éstos aumentan y las rutinas cambian.
Aunque muchas familias consideran que comer juntos es un hábito importante, desafortunadamente esto se ha convertido en una actividad solitaria. Muchas personas desayunan cuando hay tiempo, a veces en el coche, en la oficina o en la escuela; en la comida, la casa parece un desfile de varios integrantes de la familia llegando a comer a diferentes horas, y en cuanto a la cena la única compañía termina siendo la televisión.
De acuerdo con el Instituto de Nutrición y Salud Kellogg´s, los beneficios de romper estos malos hábitos son muchos, por ejemplo:
1.Se fortalece la comunicación y la relación entre padres e hijos. Los niños y adolescentes suelen utilizar este momento para platicar lo que les sucedió en el colegio, mientras que los padres lo utilizan para organizar planes o compartir alguna noticia importante.
2.Se fomenta el desayuno. Compartir un momento en la mañana con la familia representa un buen inicio para el resto del día.
3. Se fomentan los buenos modales: sobre todo cuando se tienen niños, el apoyo de los demás integrantes de la familia es importante para establecer buenos hábitos y modales en la mesa. Respetar los horarios de la comida así como evitar pararse de la mesa antes de tiempo para ir a jugar o ver la tele, son hábitos que deben enseñarse con el ejemplo.
“Un estudio realizado por la Universidad de Minnesota1 en adolescentes, encontró que aquellos que comían en familia, desayunaban más seguido y consumían más fruta. Además aquellos que compartían con la familia eran menos propensos a la depresión y el sobrepeso”.
4. Se fomentan hábitos de higiene: parte de la rutina de comer juntos implica ir a la mesa con las manos lavadas así como lavarse los dientes después de comer.
5.Se fomenta la cooperación: Al ayudar a poner la mesa, realizar algunas preparaciones sencillas como una ensalada o ayudar a recoger la mesa y lavar los platos.
6. Se fomenta un modelo de alimentación sana: Poner el ejemplo de una alimentación sana es primordial para que los niños aprendan en su propia casa sobre la importancia de la nutrición.
“Un estudio realizado por la Universidad de Illinois2 señala que los niños y adolescentes que comparten el momento de la comida con su familia son 12% menos propensos a tener sobrepeso, tienen un 35% menos riesgo de padecer algún desorden alimenticio y finalmente tienen 24% más posibilidad de consumir alimentos saludables”.
Recuerda que aunque pueda resultar un poco más costoso salir a comer a restaurantes que en casa, podrías hacer una excepción al menos una o dos veces al mes. Esta actividad también fortalecerá su relación y además podrán conocer y disfrutar de sabores que no conocían.
Para finalizar, estas dos recetas que te compartiremos a continuación son ideales para compartir en familia.