Detrás de los helados
La mayoría de nosotros consideramos a los helados como alimentos que engordan, o alimentos que aportan calorías vacías debido a su alto contenido en azúcares y grasas, pero no es así; al igual que todos los alimentos, estos ofrecen beneficios cuando los consumes con moderación y considerando su elaboración.
De acuerdo con el libro La dieta con helado de Susana Monereo Megías, gracias al avance de las técnicas de elaboración que permiten un sin fin de combinaciones diferentes y al tipo de componentes y nutrientes con los que se hacen, “los helados representan un alimento a incluir en cualquier tipo dieta adaptable a todos los gustos y a todas las situaciones”.
Incluso, las personas que padecen ciertas enfermedades como la diabetes, dislipemias, enfermedad celíaca, o intolerancia a la lactosa, los pueden consumir gracias a la sustitución de ingredientes estándar por ingredientes especiales como la leche desnatada, los edulcorantes artificiales, o la eliminación de algunos de ellos como la glucosa, el gluten o la lactosa.
El tipo y cantidad de nutrientes que pueden contener depende de los ingredientes con los que esté fabricado. La base con la que se elaboran, ya sea leche, agua o crema es la variable principal.
Los helados hechos a base de agua son menos nutritivos pero nos aportan menos calorías, mientras que los que realizan a base de leche son más nutritivos y calóricos. Por lo tanto, aportan los mismo nutrientes en cuanto a proteínas, grasas, calcio y vitaminas que la leche, otorgando los mimos beneficios que esta.
Además, las propiedades que se le atribuyen son debido a que contienen sustancias como la caseína o el cacao. Estos actúan sobre el sistema nervioso central que producen endorfinas, sustancias que influyen en el cerebro provocando sensación de placer, reduciendo el estrés, el dolor y la ansiedad.
Otros beneficios que aportan los helados se debe a que son fuente de calcio, el cual es un mineral fundamental en la dieta de tu hijo. También contienen proteínas de buena calidad y proporcionan vitamina B12 y fósforo, entre otros nutrientes que aportan los ingredientes como las frutas, nueces, y chocolates que les agregas para darle sabor.
Aunque son alimentos con alto aporte energético, si se ingieren con moderación, no engordan. Además, por aportar entre 100 y 300 calorías, lo que equivale un 15 o 20% de las calorías totales diarias que necesita tu hijo y más o menos las mismas que aporta una merienda, son una buena opción para consumirlos de 2 a 3 veces por semana.
Para finalizar, te compartimos dos deliciosas recetas para que consientas a tu hijo.