¿Qué es el pH de los alimentos?
En los últimos años se ha generado mucha información sobre la importancia de balancear el pH de los alimentos para equilibrar nuestro cuerpo. Al principio, esta parecía una simple moda entre las personas que practican el naturismo, no obstante, cada vez más médicos y especialistas en nutrición adoptan la idea de equilibrar la dieta diaria con el propósito de tener una vida más sana.El pH en un alimento indica cuál es su grado de concentración de iones de hidrógeno. Para medirlo se utiliza una escala que va del 1 al 14: mientras más ácido es un alimento, más bajo es su número. Del 7 en adelante se le considera alcalino. Según los expertos, el pH ideal que debe mantener nuestro cuerpo es ligeramente más alto que 7 ( un 7.5 o 7.6 es perfecto).Para conocer el nivel de pH que mantiene el organismo, normalmente se utiliza un papel tornasol que cambia de color cuando entra en contacto con la orina. La prueba es sencilla y de lectura fácil: si el papel cambia hacia el color rojo hay una mayor presencia de ácidos; si cambia hacia el azul, la concentración es de alcaloides. Optar por los alimentos alcalinos tiene grandes ventajas. Aquí, algunas de ellas:
Mejorará tu digestión.El exceso de alimentos ácidos provoca inflamación, gases, náuseas, indigestión y reflujo gástrico, entre otros males. En contraste, un consumo adecuado de alimentos alcalinos combatirá dichos problemas y ayudará al buen funcionamiento del páncreas, lo que resulta esencial para que el organismo procese de mejor manera lo que comes.
Evitarás problemas respiratorios. Los alimentos alcalinos ayudan a que las células de tu cuerpo tengan nuevo oxígeno que respirar y posibilitan el transporte adecuado de este elemento en el organismo. Si te excedes en el nivel de ácido este proceso se obstaculiza; con ello se propician enfermedades como la gripe, la bronquitis y el asma.
Prevendrás problemas en los huesos. Una dieta balanceada o con un mayor nivel alcalino ayudará a evitar que el ácido se concentre en las articulaciones y se cree la inflamación conocida comúnmente como artritis. Desafortunadamente, cuando dejamos que el ácido se acumule en los huesos se daña el cartílago, lo que crea una condición muy dolorosa para quien la padece.
Protegerás tu piel. La alimentación alcalina evitará que los ácidos se concentren en la piel. Gracias a ello, la epidermis cumplirá sus tareas y fungirá como una barrera que impida el paso de infecciones. El exceso de alimentos ácidos, por su parte, provoca la inflamación de la piel y, en consecuencia, favorece la aparición de lesiones, barros, espinillas y erupciones.
Impedirás que surjan problemas en los riñones. Mantener un balance adecuado en el pH del organismo evita que los ácidos descompensen las tareas del riñón. Cuando el equilibrio se pierde, los mecanismos de compensación del organismo toman minerales de los huesos para combatir el exceso de ácido. Estas sustancias eventualmente se acumulan en los riñones y forman los dolorosos cálculos.
Darás mayor resistencia a los músculos. Una alimentación recargada en el pH alcalino brindará a tus músculos nutrientes que les permitirán actuar con mayor flexibilidad y fuerza durante las rutinas de ejercicio (especialmente las aeróbicas). Otra de sus ventajas es que los organismos equilibrados ayudan a los músculos a reponerse rápidamente del desgaste que provocan las sesiones exhaustivas de acondicionamiento físico.