Postre rico y con vitaminas, ¡una delicia!
1. Un estudio revelado por el Journal of Agricultural Food and Chemistry muestra que el consumo de sandía antes de un entrenamiento, ayuda a reducir la frecuencia cardiaca y el dolor muscular del día después de hacer actividad física.
2. Un fisiólogo de la Universidad de Florida, EU, comprueba que las mujeres posmenopáusicas presentan una mejoría cardiovascular después de consumir sandía por unas semanas.
3. La sandia es baja en calorías, pues el 80% de su composición es agua. Lo mejor es que una sola rebanada aporta la cantidad diaria de vitamina A y C recomendadas para el organismo.
4. Al tratarse de un alimento rico en potasio, controla la presión arterial y logra combatir el estrés.
5. Es un fruto que se puede aprovechar al máximo pues tanto la pulpa, el jugo, cáscara y semilla son comestibles. Se recomienda comerla entre comidas por lo menos media hora antes o tres horas después de los alimentos para evitar que la digestión se vuelva lenta.
UN TIP Para saber si la sandía está lo suficientemente madura, golpea la superficie con los dedos y, si suena hueco, se encuentra en su punto y lista para consumir.