Porque tus hijos merecen estar bien alimentados
1. Toma en cuenta el tamaño de la porción. No te confundas: todos los valores que veas se refieren a una porción, no al contenido total del producto. El tamaño de la porción también se indica en la etiqueta. Por ejemplo, si compras un producto de 400g y la porción es de 100g, el número de calorías total del producto sería tres veces más de lo indicado en la etiqueta.
2. Valora el aporte calórico: ¿Cuánto es demasiado? En general, si un producto excede las 200 calorías por una porción de 100g, éste es relativamente alto. Esto no significa que no debes comerlo, sólo que debes consumir una porción muy pequeña (si estás cuidando la cantidad de calorías que comes).
3. Cuida el aporte de grasa Muchos expertos recomiendan que le des preferencia a los productos que menos de 10% de grasa en porciones de 100g. Si quieres cuidar tu salud, evita los alimentos con grasas saturadas o trans.
4. Vigila tu consumo de carbohidratos Se recomienda que elijas productos que no excedan el 10% de azúcar por cada 100g.
5. El sodio, bajo la lupa Toma en cuenta que un producto que rebasa los 200mg por cada 100g es alto en sodio. Modera tu consumo, especialmente si tienes predisposición a la diabetes o a enfermedades cardiovasculares.