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Tips para el lunch escolar

Tips para el lunch escolar

Siempre hay deliciosas y saludables razones para disfrutar y cocinar con maíz. Aquí te lo comprobamos:

1. Descubre qué le gusta comer a tu hijo La peor forma de hacerlo es preguntarles. Porque sólo un par de cosas vendrán a su mente y si no se las preparas, habrás perdido la batalla desde el principio. Una forma mucho más divertida de hacerlo es invitarlo a hacer el súper junto. Es ahí donde podrás descubrir qué es lo que más le gusta. Si puedes, hojea junto con ellos algunos libros o revistas de cocina para niños, deja que prueben algunas recetas, experimenten juntos y reduce el riesgo de que el lunch termine abandonado.

2. El recreo es su fiesta Y tú eres la invitada ausente, por eso tienes que garantizar que todo fluya. Esto se traduce en que tienes que ser más sensible respecto a las cosas que le gustan a tu hijo y las que le mortifican. Si ve un pan de centeno envuelto en una servilleta húmeda y pegada al sándwich, podría pensar que no te preocupas por él y que lo avergüenzas delante de sus amigos. Pero si piensas en formas creativas como cortar el pan en forma de corazón o de batiseñal, el significado del lunch cambia y tus hijos se sentirán mucho más amados y seguros. Descubre qué les parece divertido y trata de incluirlo en su refrigerio.

3. Siempre variado Algo que ha resultado infalible a la hora del lunch, es empacarle pequeñas porciones de diferentes tipos de alimentos. Es una manera de darle lo necesario sin ser fastidiosa con que se termine todo. Puedes incluir desde unos nuggets de pollo, un poco de fruta picada, galletas de amaranto y algunos rollitos de jamón, con algunos extras que puedan compartir con sus amigos. No olvides que estás alimentando también la convivencia de tu hijo con sus compañeros.

4. Invítalo a participar Preparar el lunch también puede convertirse en una manera diferente de convivir con tu hijo y de enseñarle a comer de manera saludable. Ponle algunas tareas sencillas como pelar zanahorias, empacar sus alimentos, cortar los sándwiches con moldes de plástico de formas divertidas o lo que se te ocurra que es capaz de hacer. Piensa que además de ser más divertido, estarás promoviendo que algún día lo pueda hacer solo.

5. Los que nunca deben faltar Las naranjas siempre son un acierto y todavía más si les pones un toque de chile piquín natural. Los rollos de jamón, bolsitas de pasas, nueces, almendras, manzana con chamoy, jícama con limón; gelatina de agua o leche con trocitos de fruta, galletas de fibra hechas en casa, cubitos de queso, nuggets de pollo, jugos frescos o smoothies.

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