¿Es malo el postre?
Desde niños nos han dicho que los postres perjudican nuestra salud y que no debemos comerlos cuando queremos bajar de peso, pero es cierto? Estudios sugieren que evitarlos pueden hacerte caer en la tentación de comer de más, pues los hace más atractivos. Para tener una dieta balanceada y aún así poder consumirlos, te damos algunos consejos que te serán útiles.
No los prohíbas
Es una regla: mientras más estricta sea la dieta, más fácil la romperás. Haz una lista de todos aquellos alimentos que no deberías comer y pregunta a tu médico cuál es la porción recomendada para ellos; algunos no valdrán la pena por ser muy pequeños, pero puedes compartir con tus familiares y disfrutarlos.
Cuida tus calorías
Cualquier persona debe consumir el mismo número de calorías que gasta; si la ingesta es mayor causará sobrepeso y obesidad. Si quieres comerte una rebanada de pastel o chocolate, tendrás que hacer modificaciones para que no pases tu ingesta calórica recomendada diaria.
Prefiere las opciones saludables
Las frutas son excelentes para terminar tus comidas diarias con un toque dulce sin que aumente mucho tu número de calorías. Además, aportan fibra y vitaminas, que protegerán tu cuerpo de cambios drásticos en la temperatura e infecciones de vías respiratorias.
Equilibra tu dieta
Los postres son, principalmente, azúcares; así que si quieres comerlos sin culpa evita comer carbohidratos en la comida: las ensaladas sin croutones y la carne a la parrila con vegetales, sin tortillas, son buenas opciones para poder disfrutar de un helado como postre.
No abuses
El hecho de romper la dieta un día no significa que todo tu esfuerzo se ha perdido y que puedes comer lo que quieras, sin moderación. Admite que has tenido un fallo y regresa al buen camino en tu siguiente ingesta. Estos gustos también te ayudarán a que tu dieta sea menos aburrida y que tengas más confianza para llegar a tu meta.