Para que coman bien
Una de las razones por las que tus hijos no quiere comer puede ser por alguna molestia eventual como la salidas de los dientes en el caso de bebés, o por que se están enfermando y prefieren descansar en vez de comer. Sin embargo también hay ocasiones en las que no les agrada la apariencia del platillo y se encaprichan en no comer.
“Melindrosos” es la palabra que mejor describe la actitud que tus hijos toman cuando no quieren comer lo que les cocinaste. Generalmente muchas veces se excusan diciendo que no les gusta sin ni siquiera haberlo probado, pero en realidad puede que no se les apetezcan debido a la textura o aroma de los ingredientes.
Para que esto no te suceda, te sugerimos que sigas nuestros consejos:
-Cambia alimentos que al niño le resulten más apetecibles, pero no les des caprichos que no les convengan nutricionalmente.
-Crea un ambiente agradable y adecuado, sin dejar que tu hijo se entretenga con la tele.
-Siéntalo en la mesa con toda la familia para que se apropie de los hábitos y pueda disfrutar de la comida y de un momento familiar.
-Respeta el horario natural de sus comidas. Dale de comer cuando tenga hambre, evitando picoteos que le sacien antes de sentarse a la mesa.
-Evita servirle el plato lleno de comida. Es mejor que le ofrezcas menos cantidad y le des la opción de repetir. Ya que la cantidad que a ti te pueda parecer razonable, pueda ser demasiada para ellos.
-Limita la cantidad de agua o de pan con las comidas.
-Invítales a que se coman en primer lugar lo que menos les gusta.
-Hazlos participar en alguna actividad culinaria, por ejemplo, ayudar a poner o quitar la mesa, preparar algún alimento o, incluso, servirse la comida.
-Disfraza en rebozados o en purés los alimentos que les cueste más trabajo comer, como las verduras y el pescado.
-Elogia sus conductas.
Esperamos que de ahora en adelante apliques estos consejos que te acabamos de compartir para abrirles el apetito a tus hijos.
Finalizando, te compartimos dos recetas que seguramente les encantará a tus hijos y así no batalles por hacerlos comer.