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2016: Tips para comer bien ¡y sentirte mejor!

2016: Tips para comer bien ¡y sentirte mejor!

Si eres intolerante al gluten es básico que alejes a esta proteína de tu alimentación. Pero si no es así, mejor lee esto:

1. Prepara un menú semanal Deja de comer lo que se te cruza en el camino y elige con tranquilidad
e inteligencia los platillos que deseas durante la semana. La educadora nutricional estadounidense Tali Sedgwick, sugiere hacer esta planeación tal como realizamos la logística de una gran fiesta: usa tu agenda, tu calendario o alguna aplicación de tu smartphone.

2. Lee bien las etiquetas Los expertos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, aseguran que es de vital importancia saber qué contienen los alimentos que consumimos. Conocer la cantidad de producto que corresponde a una porción del mismo, verificar los carbohidratos totales del producto; adquirirlos bajos en grasas saturadas y evitar por completo los que tienen grasas trans, son pasos básicos para empezar a ‘comer a conciencia’.

3. Come sentado Un estudio de la Universidad de la Ecología Humana en Ucrania demostró que el campo electromagnético de la computadora destruye la estructura molecular del agua y de la comida, por lo que estos alimentos pueden terminar incluso siendo nocivos. Así que empieza a comer bien: sentado y en la mesa.

4. “Aquí y ahora” Alimentarse es un acto que requiere de todos los sentidos. Si mientras lo haces revisas el celular o contestas llamadas, reduces al mínimo el placer de comer. La Sociedad Estadounidense para la Nutrición Clínica comprobó que quienes ven la TV a la hora de la comida, permanecen sentados por más tiempo e ingieren una mayor cantidad de alimento.

5. ¡Comer es un placer! Ana Sastre, especialista de los Servicios de Nutrición Clínica y Dietética en España, esbozó el término ‘comida vagabunda’: aquella que se consume bajo los efectos del estrés excesivo y de los exigentes horarios laborales que hay en la actualidad. Este tipo de alimentación es un riesgo para la salud pues no respeta los lineamientos de una dieta apropiada y balanceada. Para evitarla, reconstruye tus horarios y come sin prisa.

6. Atmósfera agradable ¿Recuerdas aquellos días en que te sentabas a comer con mamá, papá y tus hermanos? Cómo olvidar el olor del plato humeante de sopa, la temperatura de las tortillas y la frescura del agua de frutas… La hora de la comida era un espacio de goce y convivencia. Cada vez que puedas, recrea ese maravilloso ambiente: programa tus comidas de modo que estés en un sitio que te haga sentir bien, acompañado de gente que te hace la vida más feliz.

7. Escucha a tu cuerpo Evita comer simplemente porque tienes que probar alimento para continuar con el trabajo o por aburrimiento o ansiedad. Psicólogos de la Clínica de Trastornos de la Conducta Alimentaria del Instituto Jalisciense de Salud Mental aseguran que uno de los síntomas más comunes de los trastornos de ansiedad es la alteración de los hábitos alimenticios. Una muestra de ello son los atracones.

8. Elige alimentos que te sacien y nutran Si eres de las personas que al cabo de haber realizado una comida completa, sientes hambre nuevamente, prueba incluir estos alimentos saludables que te saciarán por más tiempo y evitarán que corras por alguna opción saturada en grasa: nueces, almendras, galletas integrales, brócoli, pepinos, arroz integral y pasta.

9. ¿Tienes hambre o simple antojo? Prefiere el agua natural ante los antojos; sucumbir ante el deseo de un pastelito con chocolate o más galletas no siempre está relacionado con una auténtica sensación de hambre. Toma uno o dos vasos de agua natural y ten paciencia, pues los síntomas aún pueden aparecer, pero disminuirán su frecuencia conforme más lo practiques.

10. Nunca digas “nunca jamás” La idea no es renunciar por completo a los carbohidratos, sino simplemente elegir los mejores para tu alimentación. Prefiere los cereales enteros, las papas, los frijoles y aquellos que suelen tardar más tiempo en metabolizarse. Además, mejorarán tu función intestinal y reducirán los picos de glucosa. Recuerda que los azúcares refinados y harinas procesadas únicamente satisfacen un placer pasajero.

11. Llegó la hora de reemplazar Termina con los antojos sustituyéndolos por refrigerios saludables, como zanahorias, nueces y varitas de vegetales. Nada como el poder de la decisión que, aunque puede parecer difícil al principio, después se convertirá en un hábito de fácil seguimiento. Siempre recuerda que los carbohidratos no solo son harinas, también incluyen toda la gama de azúcares, como las que encuentras en las mermeladas, el chocolate procesado, los dulces y los productos endulzados. Date oportunidad de celebrar: lleva un registro de tus avances y arma metas realistas; cuando llegues a ellas, festeja con un pequeño antojo. Esto no significa “recaer”, sino estar motivado sin perder de vista todo lo que has logrado hasta ese momento. Es de vital importancia que no te saltes alguna de las cinco comidas al día que debes hacer, así como que vigiles los horarios de estas, para que siempre sean a la misma hora: desayuno, comida y cena + dos refrigerios (nueces o vegetales).

12. No te saltes las comidas Es de vital importancia que no te saltes alguna de las cinco comidas al día que debes hacer, así como que vigiles los horarios de estas, para que siempre sean a la misma hora: desayuno, comida y cena + dos refrigerios (nueces o vegetales).

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