10 formas de reducir la grasa de tus platillos
Cambia tu aceite de siempre por aceite en aerosol y siempre prefiere aquellos en estado líquido antes de los sólidos, como la mantequilla, la margarina o la manteca
Elige carne magra o pollo sin piel: los gorditos de la carne le dan sabor, pero elimínalos para no tener grasas adicionales en tus platos. Asimismo, limpia la carne antes de cocinarla para eliminar la grasa visible.
Usa las técnicas de la Cocina Saludable, como hornear, parrillar, pochar, hervir o estofar. Estas requieren menos grasa adicional para que la comida no se pegue, comparados con freír profundamente los alimentos. En caso de que ésta última preparación sea inevitable, escurre muy bien la comida y pasa por una servilleta para retirar el exceso de grasa.
Crea tus propias combinaciones con carne y vegetales: reemplaza un poco de la carne molida de tus hamburguesas por zanahorias. Le dará más sabor y será más nutritiva.
Prefiere el pan molido a la mezcla de capeado (huevo batido, leche y pimienta) para tus alimentos fritos, como el pollo o el pescado.
Elimina los embutidos de tu refrigerador, y si esto no es posible, sustitúyelos por sus equivalentes de pollo y pavo.
Prefiere las claras en lugar de las yemas en los platillos que requieran huevo.
Prueba el meatless Monday: todos los lunes intenta ser vegano, con platillos sin queso, crema y por supuesto, carnes. Te ayudarán a limpiar tu sistema digestivo y estarás reduciendo tu ingesta de grasas animales.
Es la época para preparar purés: sustituye la leche entera por caldo de pollo desgrasado y leche descremada. Otra excelente opción es el caldo de vegetales.
La leche evaporada le da un sabor y textura increíble a tus cremas y preparaciones lechosas, pero evítala si quieres reducir la grasa: pruébala en sus versiones light.
Evita la crema para batir, que aunque le dan cuerpo, añaden algunas calorías de más al menú.