Tras los plie de un Pavlova
Al igual que muchas recetas, el origen de este postre es motivo de disputa entre Australia y Nueva Zelanda ya que ambos países consideran que inventaron la preparación en su territorio ya que es una receta muy tradicional en ambas culturas.
Algo de lo que no hay duda es que quien ideó este postre lo hizo en honor de la bailarina rusa Ana Pavlova. Según la biografía de la bailarina, esta se encontraba en Nueva Zelanda durante su gira mundial de 1926. El chef del hotel en donde se hospedaba, inventó este postre para sorprender a la bailarina.
Consiste en una base de merengue sobre la cual se pone crema batida, chocolate y trozos de frutos rojos. Una de sus cualidades es que es crocante por fuera y húmedo por dentro, haciéndolo elegante y delicado, como los plié y fouetté de esta legendaria bailarina, cuyo número más famoso fue La muerte del cisne, estrenada en 1905 en San Petersburgo.
Hay quienes lo preparan armando una base circular o cuadrada y sobre ella, agregan los demás ingredients; otros, lo arman formando una caja con el merengue para luego rellenarla. Ambas son distintas versiones del mismo postre, aunque debe rellenarse antes de servir, ya que el merengue al entrar en contacto con la humedad de la fruta lo haría desmoronarse.
Frecuentemente, se consume durante la primavera y el verano pero es una gran alternativa durante celebraciones especiales o en días feriados.
Para finalizar, te dejamos con estas recetas de Pavlova con las cuales rendimos un homenaje a esta legendaria artista, entre delicados merengues y frutos rojos.