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Lisboa, el bacalao es el rey

Lisboa, el bacalao es el rey

Lisboa es una ciudad con un gran atractivo turístico, si estás planeando un viaje a esta hermosa capital, ten en consideración estos tips.

La capital portuguesa enamora a los viajeros por la amabilidad de sus habitantes, sus fados, su delicioso bacalao, sus bulliciosas plazas y ese aire decadente y pintoresco que se puede respirar en cada rincón de la ciudad. Lo notamos de inmediato a bordo de un tranvía mítico, que parece sacados de otro tiempo: el número 28. También en el barrio de Alfama, el más antiguo y auténtico, repleto de callejones, pasadizos, escalinatas y momentos deliciosos, como el nos ofrece el mirador de Santa Luzia, a medio camino entre la catedral y el Castillo de San Jorge. Desde allí, rodeados de buganvillas y azulejos, se puede disfrutar de una de las mejores panorámicas de Lisboa y tomar fuerzas para subir hasta lo alto de una de las siete colinas sobre las que se asienta la ciudad.

En materia gastronómica, el rey de la cocina portuguesa es el bacalao. Quizá el más típico de Lisboa sea el bacalhau a bras o bacalao dorado, que se hace con bacalao desmigado, patatas paja y huevos. Es una apuesta segura y prácticamente se puede degustar, y a buen precio, en cualquier restaurante. Siendo como fue una ciudad de pescadores y navegantes, Lisboa también cuenta entre sus especialidades con los guisos de pescados (caldeiradas), el arroz con marisco y las sardinas (bien asadas o en aceite). Pero como toda ciudad moderna, y más desde que acogió en 1998 la celebración de la Exposición Universal, está abierta a las tendencias, los nuevos sabores y las mezclas más vanguardistas.

De eso sabe mucho, precisamente, el mejor cocinero portugués del momento. Se trata de José Avillez (www.joseavillez.pt), que cuenta con tres restaurantes en Lisboa. El más famoso e influyente es Belcanto (www.belcanto.pt), un clásico de la vida social lisboeta desde su apertura, en 1958 y que ahora vive una segunda edad dorada de la mano de este Miguel Ángel gastronómico. En 2011, José Avillez se lanzó a la aventura y rediseñó por completo el espacio y la cocina. Lo reinauguró a comienzos de 2012 apostando por la nueva cocina portuguesa. Y menos de un año después, ya había logrado su primera estrella Michelin.

En Cantinho do Avillez (www.cantinhodoavillez.pt), en el barrio de Chiado, la cocina es principalmente de inspiración portuguesa pero con influencia de algunos viajes del propio José Avillez. Y en Pizzaria Lisboa, también en el barrio de Chiado, rinde homenaje a su padre, que tuvo una pizzería en Cascais, y fusiona su amor por Italia con la alta cocina, creando pizzas diferentes y espectaculares. Como la Molecular, con tomate, mozzarella, cebolla y explosión de aceitunas. O la Gigi, que incorpora carabineros del Algarve. O la Gourmet, con aguaturma (también conocida como alcachofa de Jerusalén) y trufa negra (o de Périgord).

Por si esto fuera poco, José Avillez también ha escrito libros, tiene servicios de catering, ha lanzado dos vinos con su firma, ha creado una marca de restauración para centros comerciales, se ha atrevido con la televisión… Y sólo tiene 36 años!

Más allá de José Avillez también hay otras propuestas interesantes. Por ejemplo, Assinatura (www.assinatura.com.pt), un proyecto muy personal del chef Joao Sá, que inició sus estudios de cocina con 15 años y que ha trabajado en Londres y Madrid. En Assinatura, Joao Sá se ha rodeado de un equipo de gente muy joven y con mucho talento. Nos conquistan sus croquetas de pato con chutney de marmelos, su caldo suave de gallina y su bacalao en aceite. Bacalao y más bacalao, cómo no… Así es Lisboa.

1. DULCES SECRETOS

Los pasteles de Belén (o pasteles de nata) son la especialidad dulce más famosa de Lisboa. La Casa Pastéis de Belém, situada junto al maravilloso Monasterio de los Jerónimos, elabora diariamente unas 20.000 unidades siguiendo una receta secreta. Se comen fríos o calientes espolvoreados con azúcar y/o canela molida. Otra receta típica de Lisboa (y esta sí conocida) es el arroz con leche, que se sirve en infinidad de restaurantes.

2. TRES IDEAS SI VIAJAS CON NIÑOS

Lisboa no es una ciudad especialmente cómoda para visitar con niños muy pequeños, por sus temidas cuestas y empedrados, pero es muy buena opción para hacer viajes familiares.

Admirar la biodiversidad de los mares y océanos en el Oceanario (www.oceanario.pt). Se abrió en 1998 y ya lo visitan más de un millón de personas al año. Hay descuentos para niños y familias.

Rendir homenaje a Henrique el Navegante, descubridor de Las Azores, Madeira y Cabo Verde, visitando su monumento, que tiene más de 50 metros de altura y al que puede subirse en ascensor.

Adentrarse en la Torre de Belém, situada en el estuario del Tajo y declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1983. Inicialmente sirvió como torre defensiva para proteger Lisboa. Después, su misión se relegó a faro y centro aduanero.

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