¡Una ofrenda perfecta!
1. La ofrenda del Día de Muertos es la esperanza viva de que aquellos que se ‘regresen’ y disfruten de los placeres que los alegraban en vida.
2. Para muchos, el olfato es el único sentido utilizado en el ‘más allá’, de ahí que se encienda incienso a manera de llamado para evitar que se pierdan en el camino.
3. Despertar los sentidos y recordar el mundo tal y como los difuntos lo conocieron es fundamental, por ello en las ofrendas se acostumbra incluir los cuatro elementos con los que todo está formado; agua, tierra, viento y fuego. El agua es fuente vida y saciará la sed después de un largo camino. El pan, producto del trigo otorgado por la tierra, será el alimento que le quitará el hambre. El papel picado y sus colores, llenarán de alegría el entorno al compás del viento y el fuego de la veladora que ilumina su camino.
4. Tampoco pueden faltar las imágenes de diversos santos encargados de acompañar el camino de vuelta a casa de nuestros seres queridos. De esta manera, llegarán con bien luego de haber compartido con nosotros un breve instante de tiempo que renueva la esperanza y nos prepara para recibirlos el año entrante.