5 mitos alrededor de la cerveza
Mito No. 1
“Solo existen dos tipos de cervezas: claras y oscuras”
Existen más de 100 estilos de cerveza, desde las más “claras” como las de color pajizo pasando por amarillas, doradas, ámbar, caoba y café, hasta llegar a las negras. Es importante que sepas que hay matices en el medio, no solamente se dividen en claras y oscuras.
Mito No. 2
“La cerveza se quema”
Creemos que si enfriamos la cerveza, la retiramos del refrigerador y la volvemos a enfriar porque se calentó se va a “quemar”. Lo que sucede es que el principal enemigo de esta bebida es la luz tanto solar como la del foco. Cuando abrimos una cerveza, pasados 10 minutos comienza a desarrollar aromas a azufre también llamados azorrillados, sobre todo si está en contacto con el rayo directo del sol. Sin embargo la cerveza no se quema si se va tomando poco a poco mientras su temperatura va subiendo.
Mito No. 3
“La cerveza se toma bien muerta”
Es un error tomarse la cerveza demasiado fría, a menos de 4 ºC porque no desprenderá sus aromas haciendo que no la apreciemos mejor. Te recomendamos disfrutar de cervezas ligeras a una temperatura entre 4 y 7 ºC. Las más aromáticas es mejor tomarlas a una temperatura entre 8 y 11 ºC y las más robustas, entre 12 y 15 ºC.
Mito No. 4
“Da igual si te tomas la cerveza de la botella o servida en un vaso”
Siempre te recomendamos servirla en un vaso o en una copa de vidrio o de cristal, esto con el fin de eliminar parte del gas disuelto; también ayudará a desprender su aroma para apreciarla mejor.
Mito No. 5
“La cerveza engorda y saca panza”
La cerveza es considerada un alimento rico en carbohidratos y nutrientes, por eso se aconseja incorporarla en una dieta balanceada. Por supuesto, que en exceso todos los alimentos son malos. Sin embargo los alimentos con los que acompañamos la cerveza también contribuyen a engordarnos.
Te dejamos con dos recetas a base de cerveza