Gimnasia hipopresiva, 12 básicos que te conviene saber
1. La gimnasia hipopresiva se ha convertido en el ejercicio de moda en Europa (especialmente en España) y comienza a practicarse en varios países de Latinoamérica.
2. Sus orígenes se encuentran en la medicina, concretamente en el terreno de la rehabilitación, sobre todo del posparto y la uroginecológica (que trata y previene la incontinencia).
3. Después de trabajar a fondo con mujeres que presentaban problemas en el suelo abdominal, Marcel Caufriez, doctor en kinesiterapia y readaptación, propuso un innovador método que dio magníficos resultados entre sus pacientes.
4. El experto se percató de que los abdominales tradicionales no ayudaban a los enfermos a recuperarse, no obstante, el trabajo que se realizaba presionando el abdomen a través de respiraciones profundas no solo contribuía a mejorar la fuerza y tonificación de esta área, sino a tratar la incontinencia y las lesiones en las lumbares.
5. Más tarde, la práctica creada por el médico belga, que lleva su nombre, fue retomada por el español Piti Pinsach, un especialista en actividad física y deporte, quien trabajó en ella para diseñar un nuevo sistema que tiene el propósito de revolucionar la manera en la que ejercitamos nuestro cuerpo.
6. Este método está compuesto por más de 150 ejercicios repartidos en 10 niveles (cada uno eleva su complejidad). “Este sistema es un conjunto de posturas que se realizan en apnea respiratoria que relaja ciertos músculos y activa otros”, explica Pierre Fabre, fisioterapeuta francés e instructor titular certificado de Reprocessing Fitness, que imparte esta disciplina en México y fue capacitado por Caufriez y Pinsach.
7. Básicamente se realizan inhalaciones y exhalaciones profundas para abrir las costillas, contraer los músculos del abdomen y elevar los del suelo pélvico. Se hacen en distintas posiciones en las que, además, se involucra el tórax, el diafragma y otras partes del cuerpo, como los glúteos.
¡Conoce sus beneficios!
• Reduce significativamente la cintura, tonifica la zona abdominal, oxigena los tejidos, mejora la capacidad pulmonar e incrementa el rendimiento.
• Trata y previene la incontinencia urinaria.
• “Mejora la vascularización a nivel de las piernas, del suelo pélvico y de los órganos pelvianos, lo cual puede servir para la prevención de várices”, explica Fabre.
• Trabaja las lesiones en las lumbares; si no las tienes, evita que las adquieras.
• No deteriora el suelo pélvico, a diferencia de los abdominales tradicionales, sino que lo levanta y fortalece.
• Relaja el diafragma y favorece la capacidad respiratoria.
• Algunos expertos aseguran que ayuda a superar algunas disfunciones sexuales, especialmente en las mujeres.
• Previene problemas de próstata.
• “Posibilita la reprogramación del esquema corporal para controlar los músculos, lo que permite equilibrar las tensiones del cuerpo”, agrega el fisioterapeuta.
Por Foodmates
