Alimentos que tu hijo debe comer siempre
1. Huevo Se le considera un alimento valiosísimo porque ofrece todos los aminoácidos esenciales y la síntesis proteica necesaria para el crecimiento de los niños. Por si fuera poco, ofrece una docena de minerales y vitaminas y todas las sustancias necesarias para contribuir al desarrollo del cerebro. Muchos padres evitan este alimento por temor a la grasa y al colesterol, sin embargo, comerlo sin excesos es saludable y necesario para los pequeños. Se le puede preparar de múltiples maneras: estrellado, revuelto, en omelets, fritatas e incluso en ensaladas y en pan francés.
2. Carne Todos sabemos que es importante que los pequeños consuman carne, pero ¿conoces las razones? Este alimento contiene proteína de alta calidad, vitaminas B12 y B6 y ofrece minerales como el zinc y el hierro en formas en que se pueden absorber mejor. Todos sus componentes suelen estar muy concentrados y tienen la virtud de contribuir al desarrollo del cerebro. Algunas fuentes aseguran que, incluso, eleva los poderes cognitivos. Otro de sus beneficios es que brinda el colesterol y las grasas necesarias para el crecimiento del cerebro. A los bebés que ya tengan permitido comerla, se les puede ofrecer en forma de papilla.
3. Granos enteros Incluye en sus platillos todos aquellos alimentos que contengan granos enteros. Recuerda que el pan o los cereales integrales conservan los múltiples nutrientes que se encuentran en el germen o en la cáscara. Los granos son ricos en fibra y vitamina E y, lo mejor de todo, no tienen grasa. Otra de sus magníficas propiedades es su alto contenido de hierro, zinc, ácido fólico y vitamina B. En la medida de lo posible evita los cereales refinados y llenos de azúcar y foméntale a tu pequeño el gusto por los integrales.
4. Leche y sus derivados (queso, yoghurt, etc.) La leche es una gran fuente de magnesio y vitamina A. Tanto este alimento como sus derivados (como el queso y el yogurt) contienen proteínas, vitamina B12, calcio, zinc y fósforo, elementos de vital importancia para la construcción de los huesos de los pequeños. El yogurt, además, posee la virtud de incentivar el buen funcionamiento de los intestinos. Además de todos estos beneficios, la leche y sus derivados tienen una gran ventaja sobre otros alimentos: generalmente le agradan mucho a los niños, por lo que no es necesario utilizar trucos para que los prueben.
5. Garbanzos y lentejas Del grupo de las leguminosas, nunca deben faltar los garbanzos o las lentejas. Los primeros, además de brindar carbohidratos y proteínas, son una magnífica fuente de hierro, magnesio, ácido fólico, calcio y zinc. Debido a su sabor y apariencia, muchos pequeños no desean darse la oportunidad de probarlos; por ello, te sugerimos sustituirlos con hummus (un platillo hecho con puré de garbanzos, limón, crema y aceite de oliva, entre otros ingredientes). Las lentejas, por su parte, son muy ricas en fibra y proteínas, aunque su principal beneficio es la importante cantidad de hierro que contienen (ofrecen más incluso que los frijoles negros).
6. Ciruelas, fresas y arándanos Este grupo de deliciosos frutos no contienen grasa ni colesterol y son ricos en carbohidratos, vitamina C, fibra, carotenoides y fitoquímicos (sustancias que protegen contra el cáncer y enfermedades cardiovasculares). La combinación de todos estos elementos ayuda a prevenir el daño celular que, eventualmente, provoca males crónicos. Además, se ha comprobado que son buenos para el cerebro, los ojos y el tracto urinario. La ciruela, como beneficio extra, ayuda a evitar el estreñimiento. Afortunadamente no tendrás dificultades para que tus hijos prueben estos frutos porque son dulces y tienen un exquisito sabor.
Tips pequeños pero ¡muy saludables!
De porciones Si tu hijo está en edad preescolar, ofrécele una cucharada de sopa o pasta por cada año de vida.
¡Suficiente! Permite que deje de comer cuando esté satisfecho, no lo obligues a comer de más.
¡A moverse! Los niños necesitan una hora de actividad física diariamente. ¿Ya calculaste cuánto se mueve tu hijo diariamente?