Claves para mantenerte en forma con todo el ánimo
Desayuna bien y ¡cena ligero! Si te saltas el desayuno al cabo de unas horas comerás de más. En cambio, integra en tu primer alimento del día los carbohidratos y las calorías necesarias para tener energía el resto del día. De esta manera evitarás comer grandes cantidades de calorías durante la noche, cuando tu cuerpo necesita descansar y no se ocupará de consumirlas.
Sí, come más seguido Si comes cada tres o cuatro horas una pequeña colación, te será más fácil perder o mantener tu peso, pues en ningún momento tu cuerpo tendrá la sensación de ‘pasar hambre’ y evitará almacenar energía. Opta por las colaciones bajas en calorías, como vegetales, frutas o frutos secos.
Aplica esta táctica para evitar comer sin hambre ¿Sabías que hay estudios que demuestran que cuando te sientes ansioso y empiezan los antojos, basta con dejar pasar unos 10 minutos para que la sensación baje de intensidad? Haz la prueba haciendo una tarea breve en lugar de comerte esas galletas o chocolates y verás los resultados.
Metas cortas pero seguras Es más probable cumplir metas de corto plazo que las de largo plazo, además de que cambiarlas puede resultar divertido. Lo puedes probar en la comida y en el ejercicio, cada semana ponerte una meta distinta.
¡Un tercio fuera! En casa o cuando comas fuera, piensa automáticamente en quitar un tercio de la comida que vas a ingerir. Generalmente, tendemos a cuidar poco las porciones y terminamos comiendo calorías innecesarias. Hasta te sentirás con más energía.
Haz notas de aliento En la puerta de la alacena, en la del refrigerador, la de la cocina, en el espejo donde te arreglas, en tu clóset y cualquier otro lado que se te ocurra, pon notas con frases de aliento, como “vas muy bien”, “estoy orgullosa o orgulloso de ti”, “haz hecho un buen trabajo”, “te ves muy guapo o guapa”. Esto mantendrá tu compromiso y tu dedicación con tus nuevos hábitos alimentarios.
Súbele a las proteínas Las proteínas (animales y vegetales) tienen tres propósitos importantes, la primera darte aminoácidos esenciales que el cuerpo no puede producir, proteger los músculos para que cuando pierdas peso sea de grasa y no de masa muscular y finalmente quitan el hambre, porque inhiben la hormona que produce la sensación de hambre.
Sustituye creativamente Utiliza fruta congelada como colación o postre, bebe agua antes de comenzar a comer para que tu estómago sienta ‘que está lleno’, haz jugos o smoothies de frutas y vegetales.
Si comes fuera de casa Cuando vayas a algún restaurante, come una colación antes, pide los platillos más sencillos y pide a los demás comensales, familiares, amigos y compañeros de trabajo que te apoyen en el proceso, mantén metas claras y accesibles tus metas en cuanto a alimentación.
Date un respiro Cada equivocación y cada desviación son pasos que te acercan a tu meta, por lo que no es necesario castigarte por haber comido algo fuera de lo planeado. Concéntrate en seguir con tu plan saludable y no pares.
Y lo mejor… ¡relájate! El estrés genera una hormona que se llama cortisol que impide cualquier pérdida de peso. Es tan importante mantenernos relajados como el hacer dieta o ejercicio. Recuerda que dormir más de seis horas también ayuda al cuerpo a perder peso.