Cinco alimentos que tu hijo debe comer
Granos enteros Incluye en sus platillos todos aquellos alimentos que contengan granos enteros. Recuerda que el pan o los cereales integrales conservan los múltiples nutrientes que se encuentran en el germen o en la cáscara. Los granos son ricos en fibra, vitamina E y no tienen grasa. Otras de sus magníficas propiedades es su alto contenido de hierro, zinc, ácido fólico y vitamina B. Evita los cereales refinados y fomenta a tu pequeño el gusto por los integrales. Como refrigerio, incúlcale el hábito de consumir pan integral en el sándwich y barritas integrales (en lugar de pastelillos o dulces).
Leche y sus derivados La leche es una gran fuente de magnesio y vitamina A. Tanto este alimento como sus derivados (como el queso y el yogur) contienen protei?nas, vitamina B12, calcio, zinc y fósforo, elementos de vital importancia para la construccio?n de los huesos de los pequen?os. El yogurt, además, posee la virtud de incentivar el buen funcionamiento de los intestinos. Además de todos estos beneficios, la leche y sus derivados tienen una gran ventaja sobre otros alimentos: generalmente le agradan mucho a los niños, por lo que no es necesario utilizar trucos para que los prueben. Como sugerencia, evita el yogurt azucarado, mejor cómpralo en su presentación natural y endúlzalo en casa.
Carne Este alimento contiene proteína de alta calidad, vitaminas B12 y B6 y ofrece minerales como el zinc y el hierro en formas en que se pueden absorber mejor. Todos sus componentes suelen estar muy concentrados y tienen la virtud de contribuir al desarrollo del cerebro. Algunas fuentes aseguran que, incluso, eleva los poderes cognitivos. Otro de sus beneficios es que brinda el colesterol y las grasas necesarias para el crecimiento del cerebro. A los bebe?s que ya tengan permitido comerla, se les puede ofrecer en forma de papilla. Si tu pequeño no la come fácilmente, inclúyela en la salsa que le pones al espagueti, por ejemplo.
UN TIP En caso de que tu hijo sea alérgico a alguno de los alimentos aquí publicados, consulta con su pediatra o nutriólogo qué opciones de reemplazo son buenos para él.