¿Tienes rinosinusitis alérgica y no lo sabes?
La rinosinusitis alérgica afecta principalmente a los niños y, según datos del Colegio Mexicano de Pediatras Especialistas en Inmunología y Alergia (Compedia), hasta un 15% de la población en general la padece, lo que la convierte en una de las enfermedades de temporada más frecuentes.
Este padecimiento es la inflamación de los conductos de la nariz, también llamados cornetes, y del recubrimiento de los senos paranasales, que puede presentarse de manera intermitente o recurrente, debido a partículas del ambiente. Dependiendo de la estación del año, cambian los factores ambientales: durante la época de lluvias crecen los ácaros, mientras que en la primavera existe más polen y en el invierno disminuyen las defensas del cuerpo y factores como el humo de cigarro queda más tiempo dentro de la nariz.
Estos son algunos de sus síntomas
• Fluido nasal
• Congestión nasal
• Estornudos frecuentes
• Sensación de flemas
• Comezón y resequedad en la nariz
• Pérdida temporal del olfato y el gusto
• Lagrimeo e intolerancia a la luz
• Dolor de cabeza, principalmente en la frente y en las mejillas
• Comezón en el paladar o la garganta
• Dolor de oídos
Qué hacer para disminuir el malestar
Si has estado en contacto con ambientes abiertos y partículas de polvo en los últimos días y tienes algunos síntomas arriba descritos, acude con tu doctor, quien podrá realizar estudios de sensibilidad a diversos componentes. Como primera medida, suelen recetar antihistamínicos que reducen las molestias, y otros prefieren los antiinflamatorios basados en esteroides o corticoides. Utilizar spray lubricantes y compresas calientes en la frente puede ayudarte a disminuir los síntomas.
La segunda medida es el control de los factores ambientales que te rodean para evitar el contacto con las sustancias que causan alergia.
Te dejamos estas recomendaciones
• Evita el aire acondicionado y las corrientes de aire potentes.
• Si tienes mascotas, cepilla frecuentemente tus muebles, alfombra y ropa para eliminar el pelo pegado.
• Lava la ropa de cama por lo menos una vez a la semana
• No coloques peluches en los cuartos de los niños. Si es inevitable, aspíralos o lávalos.
• Ventila los lugares húmedos, calientes y oscuros, como baños, albercas, saunas y vapores, cuando no se utilicen. Así no aparecerán hongos.
• No utilices detergentes o limpiadores con aromas muy fuertes; prefiere los desinfectantes antibacteriales sin olor
Estas opciones te ayudarán a sentirte mejor
VITAMINA C El ácido ascórbico es un antioxidante que ayuda a fortalecer el sistema inmune y actúa como antiinflamatorio y antihistamínico natural. La encuentras en cítricos, tomates (jitomates), cebollas, chiles, papaya, brócoli y papas.
QUERCITINA Es un flavonoide, responsable de darle color a ciertos vegetales, que tiene un gran poder antioxidante que reduce los síntomas más frecuentes de la rinitis. Entre sus fuentes naturales se encuentran las moras, manzana, cebolla, té, vino tinto y vegetales de hoja verde.
LACTOBACILOS Los probióticos protegen el sistema digestivo del efecto de los medicamentos que se utilizan para tratar la rinitis, especialmente si se usan antibióticos. Según investigaciones del 2003, hay una relación entre la ingesta de lactobacilos del tipo acidophilus con la disminución de los síntomas en la piel de la rinitis, como la comezón y enrojecimiento. Los encuentras en yogurt, mantequilla, leche entera o bebidas fortificadas de soya.
AJO Gracias a su poder antiinflamatorio es utilizado para disminuir los síntomas.