Hidratarse ¿antes, durante o después de ejercitarse?
Uno de los pilares fundamentales de la nutrición es la hidratación. Una correcta hidratación permite a nuestro organismo a realizar varias funciones vitales, como mantener la temperatura, eliminar desechos y lubricar las articulaciones. Por eso es importante que te hidrates siempre y más aún si realizas algún deporte o ejercicio.
Porque una adecuada hidratación antes, durante y después de la actividad física no solo mejora el rendimiento deportivo, sino que también tiene consecuencias positivas para la salud, según un estudio llevado a cabo por la Universidad del País Vasco.
Las funciones que cumple la hidratación antes, durante y después del ejercicio, así como la cantidad recomendada son las siguientes:
1.Hidratación antes del ejercicio. Es recomendable tomar entre 400 y 600 ml de agua o bebidas isotónicas entre 1 y 2 horas antes de empezar el entrenamiento para comenzar bien hidratado. El fin es:
-Ejercer una función termo-reguladora, evitando que aumente la temperatura central del deportista.
-Disminuir la percepción del esfuerzo.
-Contribuir a rellenas los depósitos de glucógeno cuando se toma una bebida isotónica rica en hidratos de carbono.
2.Hidratación durante el ejercicio. Se sugiere tomar entre 200-250 ml de agua o bebida isotónica cada 20-25 minutos de ejercicio físico. Esto es para:
-Reponer el agua y los electrolitos perdidos mediante el sudor y la orina.
-Mantener los niveles de glucosa en sangre estables.
3.Hidratación después del ejercicio. Hidrátate en cuanto hayas terminado de ejercitarte, para posibilitar una óptima y rápida recuperación.
Por eso, te dejamos un par de recetas que además de refrescarte, te hidratarán y nutrirán debido a la fruta contenida en estas preparaciones.