Hielo tritutado con sabor a fruta
Conocidos también como sorbetes, granizado y otra variantes -dependiendo del lugar en el que te encuentres-, la elaboración de los raspados se realiza a partir de hielo. Sin embargo, la clave del éxito está en el almíbar que les aporta ese sabor característico y tan tradicional.
Se dice que el primer hielo raspado del que se tiene conocimiento, data del año 27 a.C. Al parecer, el emperador romano Nerón mandó a sus esclavos a recoger la nieve en las montañas cercanas, que se condimentaba después con una mezcla de frutas y miel.
Pero si de sorbetes se trata, el Larousse Gastronómico lo define como un “postre helado” que se distingue del helado propiamente dicho por el hecho de no incorporar ni materia grasa ni yema de huevo, por lo que resulta menos firme y con más grano que este.
Por otro lado, puedes encontrar raspados -también conocidos como raspa en México- de diferentes sabores a frutas y aquellos clásicos mexicanos como los de leche, picosito, chamoy, pepino, guanábana, pistacho y tamarindo, entre otros.
Lo cierto es que son también considerados un postre, hecho a base de hielo triturado y endulzado con diferentes sabores de jarabe de frutas.
Lo mejor de todo es que son tan fáciles de preparar que puedes hacerlos en tu casa, elaborando tu propio jarabe de frutas naturales.
Para eso, necesitarás hervir agua, añadir la fruta que más se te antoje y mover durante 5 minutos. Después, retira del fuego y deja enfriar. Por último añade el jarabe al hielo triturado, sirve y disfruta.
Haz la prueba con estas dos recetas que te compartimos, adáptalas y refréscate de una manera diferente pero igual de natural.